Junto a un antiguo camino datado en los principios del siglo
XX por ser, según las crónicas de la época, una de sus rutas comerciales, los
funcionarios encargados de la construcción de una estación de repostaje nuclear
han encontrado un curioso objeto que rápidamente trasladaron al Ministerio de
Antigüedades.
Tras diversos estudios químicos, se confirmó que el objeto
procede aproximadamente de la misma época en la que el camino se encontraba en
pleno uso. Se trata de un objeto s de metal circular rodeado por una capa hecha
de polimerización de carbono. Un segundo objeto también circular aunque
bastante más pequeño, se encuentra
inscrito en el anterior y ambos están unidos por unas varillas fabricadas con los
mismos materiales.
En la circunferencia interior se pueden apreciar los restos
de un ingenioso mecanismo de muelles que permitía que éste fuera presionado y
regresara a su posición original.
Tras diversos estudios, se ha concluido que se trata de un
objeto utilizado en ceremonias religiosas de culto al dios solar. Según los
expertos, la circunferencia central representaría al astro luminoso y los
radios que de él parten, serían los rayos del sol. La circunferencia exterior
representaría la energía de la divinidad repartiéndose a la humanidad.
Supuestamente, en el ritual, el oficiante presionaría la
parte móvil de la circunferencia central a modo de petición a la divinidad de
su protección, la cual, simbólicamente recorrería los radios de la
circunferencia y se repartiría por el exterior, zona que sería tocada por los
fieles. Este último punto viene avalado por los restos de epidermis que los
científicos aseguran que pertenece a las palmas y los dedos de las manos, que se han encontrado alrededor de la circunferencia
externa.
Una imagen del disco solar
ritual tras ser limpiado y restaurado.
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